07 mayo, 2007

Declaración de La Palma





La semana pasada, en Corralejo, Fuerteventura, llegamos al apartamento después de nuestra excursión de aquél día y pensé que sería un espectáculo estupendo contemplar a la luna llena desparramándose sobre las dunas y rielando sobre el mar.

Es una cosa que me encanta de otros sitios (Canarias, Cádiz...) y que nunca podemos ver aquí, en el norte de España, al estar la la luna siempre al sur, sobre tierra. De hecho si el viaje es de pocos días siempre me fijo antes de ir en el calendario o en el cielo nocturno, para saber si encontraremos luna llena o nueva.

Así lo hicimos y fue verdaderamente una gran idea pues estaba precioso, como para pasarse toda la noche allí tumbados entre las dunas con un buen saco en amorosa compañia, como en otras noches memorables que ya he contado.

Sin embargo, cuando mirábamos de espaldas al mar, hacia el otro mar, el de las dunas, algo enturbiaba nuestras sensaciones y rompía la pureza de aquel marco celestial, algo completamente opuesto por luciferino, al menos en su color: tres enormes manchas rojizas procedentes del incontinente alumbrado público de Corralejo, La Oliva y el nuevo y horroroso pueblo de 'acosados' que se encuentra entre ellos.

Últimamente se habla mucho de que tenemos que cuidar a la Tierra, pero, por favor, no olvidemos al cielo nocturno que también lleva ahí con nosotros toda la vida y es mucho más sencillo de preservar.

Richard Wainscoat, de la Universidad de Hawai y presidente de la comisión de la Unión Astronómica Internacional sobre contaminación lumínica lo tiene claro: "Sólo quedan tres sitios buenos en el mundo para hacer astrofísica de primera línea: el Observatorio Austral Europeo, en Chile; Hawai y La Palma. En Chile donde están los VLT no tienen problemas. En Hawai lo tenemos bajo control, pero tenemos que ser muy cuidadosos, lo mismo que en La Palma". ¿Y dentro de 10 años? "Aquí la gente quiere mucha luz. Tal vez algo tiene que cambiar".

Todo esto viene a cuento debido a que el pasado mes se celebró en La Palma el Congreso Starlight 2007 que ha centrado sus trabajos en la elaboración de la siguiente declaración que suscribo íntegramente.

¿No echaís de menos a las estrellas?

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