20 marzo, 2008

La Pregunta Correcta



/.../ Comencé a cuestionar lo que realmente pensaba y descubrí que no pienso que las personas sean básicamente buenas de corazón; es más, esta visión de la naturaleza humana ha inducido y ha informado mi obra durante los últimos 40 años. Creo que las personas, en circunstancias estresantes, pueden comportarse como cerdos, y que esto, de hecho, no sólo es un tema apropiado, sino el único tema, del drama.

Había observado que la lujuria, la avaricia, la envidia, la pereza y sus amiguetes están haciendo de las suyas con el mundo, pero que sin embargo, la gente en general parece comportarse razonablemente bien día a día; y que nosotros en los Estados Unidos nos comportamos día a día razonablemente bien bajo circunstancias claramente asombrosas y privilegiadas – que no somos y nunca hemos sido los villanos que muchos de fuera y muchos de nuestros ciudadanos nos consideran, sino que somos una confección de individuos normales (avariciosos, lujuriosos, falsos, corruptos, inspirados – en fin, humanos) viviendo bajo un acuerdo espectacularmente eficaz llamado Constitución, y afortunados de tenerla.


Porque la Constitución, en lugar de sugerir que todos se comporten de manera divina, reconoce que, al contrario, las personas son cerdos y se aprovecharán de cualquier oportunidad para subvertir cualquier pacto y poder conseguir lo que ellos consideran que son sus merecidos intereses
.


Por ello, la Constitución separa el poder del estado en esas tres ramas
que para la mayoría de nosotros (me incluyo) es lo único que recordamos de 12 años de escuela.


La Constitución, escrita por hombres que tenían alguna experiencia de gobierno real, asume que el jefe ejecutivo intentará convertirse en Rey, que el Parlamento tramará para vender la vajilla de plata, y que el poder judicial se considerará Olímpico y hará todo lo posible para sustancialmente mejorar (destruir) el trabajo de las otras dos ramas. Por eso la Constitución las opone entre sí, no tratando de obtener su bloqueo, sino permitiendo las correcciones necesarias y constantes para evitar que una rama obtenga demasiado poder durante demasiado tiempo.


Claramente brillante. Porque, en abstracto, podemos imaginarnos una perfección Olímpica de seres perfectos en Washington encargados del negocio de sus empresarios, los ciudadanos, pero cualquiera de nosotros que haya estado en una reunión sobre cuestiones de edificabilidad en la que está en juego nuestra propiedad conoce el impulso de deshacerse de toda la mierda perniciosa y pasar directamente a las armas.


Yo he descubierto, no solo que no me fiaba del gobierno actual (eso, para mí, no era una sorpresa), sino que un repaso imparcial revelaba que los defectos de este presidente –a quien yo, como buen izquierdista, consideraba un monstruo – no eran muy diferentes de los de un presidente al que veneraba.


Bush nos metió en Irak, Kennedy en Vietnam. Bush robó las elecciones de Florida; Kennedy las suyas de Chicago. Bush delató a una agente de la CIA; Kennedy dejó morir a cientos de ellos en el oleaje de la Bahía de Cochinos. Bush mintió acerca de su servicio militar; Kennedy aceptó un Premio Pulitzer por un libro escrito por Ted Sorenson. Bush se metió en la cama con los Saudís, Kennedy con la Mafia. Oh.


Y empecé a cuestionar mi odio hacia “las Corporaciones” – un odio que era, descubrí, simplemente el reverso de mi hambre por conseguir esos bienes y servicios de que nos proveen y sin los cuales no podríamos vivir.


Y empecé a cuestionar la falta de confianza hacia el “Malvado Ejército” de mi juventud, que, reconocí, estaba entonces y está ahora compuesto por hombres y mujeres que en realidad arriesgan sus vidas para protegernos a todos de un mundo muy hostil. ¿El Ejército siempre tiene la razón? No. Tampoco la tiene el gobierno, ni las corporaciones – son sencillamente diferente rótulos para la particular amalgama que hace nuestro país de grupos de trabajo separados, si queréis. ¿Estos grupos son infalibles, libres de toda posibilidad de mala gestión, corrupción, o crimen? No, y tampoco lo somos tú o yo. Así que, asumiendo la visión trágica, la pregunta no era “¿Es todo perfecto?”, sino “¿Cómo se pueden mejorar las cosas, a qué precio, y según la definición de quién?” Colocado de esta forma, me parecía que las cosas iban desarrollándose bastante bien.
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David Mamet: ¿Por qué ya no soy un izquierdista de encefalograma plano? (PDF)/ Why I Am No Longer a 'Brain-Dead Liberal'.

Vía Arcadi Espada.

19 marzo, 2008

Solo Apto para Asturianos




02 marzo, 2008

Cuesta de Jama II


Laguna Chaxa

El sitio es espectacular, una planicie de 100 por 80 Kmts flanqueada por todo su lado oriental por la cadena volcánica de los Andes, que se ve en días claros en una extensión de casi 300 Kmts, y por el occidental por otra cadena más baja pasada la cual ya se baja por el desierto del Atacama hasta Antofagasta y el mar. En toda esta zona están las mayores minas de cobre de Chile y del mundo.

San Pedro de Atacama es un lugar polvoriento y modesto, apenas conocido hasta hace unos doce años, en donde, por entonces, solo tenían energía eléctrica unas cinco horas diarias. Ahora ya no es lo mismo, la viejas casas de adobe de la calle principal han sido tomadas por decenas de agencias que organizan los recorridos a los diversos destinos del salar y alrededores y por tiendas y restaurantes para los turistas. Los residentes son una mezcla de los nuevos guías y empresarios jóvenes que vienen de todas partes a explotar el filón y la parte de la población local que se ha sabido adaptar trabajando como guías, conductores, cocineros, camareros y en todos los servicios que demanda el goteo intenso y constante de los viajeros que acuden procedentes de todo el mundo, aunque sobre todo de Europa.

Sin tabla también es divertido...

En 200 Kmts a la redonda hay montones de sitios hermosos para visitar y también bastantes actividades que se pueden realizar: pasear en bici, practicar sky en las dunas, trekking, subidas a volcanes de hasta 6.700 mts. de altura... Por ejemplo el Llullaillaco también se puede subir desde aquí, se ve perfectamente aunque está en los confines del sur del salar, a unos 200 Kmts de donde nos encontramos.

Nosotros nos lo tomamos con calma y visitamos una zona al norte llamada Cordillera de la Sal. Fuimos en una ocasión en minibús y en otra yo en bici y Pepix andando. Mi estado de forma.... catastrófico.

Haciendo Sombras

¡Ah!, se me olvidaba decir que no fuimos directamente de Purmamarca a San Pedro de Atacama. Hicimos noche en un pueblecito del altiplano, en el lado argentino, llamado Susques. De allí lo que más me llamó la atención fue la gran cantidad de chiquillería. Le pregunté al dueño del sitio donde nos alojábamos (una casa familiar adaptada), llamado Gustavo, y me dijo que el pueblo tenía 1.200 habitantes y de ellos ¡800 niños!, cada madre tiene entre cinco y diez, me dijo. Le pregunté después a Graciela, nuestra guía, y me dijo que una vez crecidos solían irse a las capitales, a estudiar a las casas de sus padrinos, que son una institución muy seria e importante en este país. Suelen ser personas con mejor nivel económico que ayudan de diversas maneras a sus ahijados.

Bolivia a lo lejos.

Bueno, hemos abandonado la carretera para tomar una pista con dirección a la frontera boliviana y ya me resulta complicado escribir por lo que lo dejaré por ahora.