Springbok
Día 3: 05/11/01
Escribo esto mientras esperamos a Junior que es el nombre de nuestro camión-hogar. Hoy es nuestro segundo día con él y ya vamos a pasar a Namibia.
Hemos subido por toda la parte este de Suráfrica: salimos ayer a primera hora de Cape Town y recorrimos durante unos doscientos kilómetros zonas de cultivo con trigales, etc, una región que se veía agrícolamente rica. Después atravesamos un pequeño puerto de unos seiscientos metros de altitud y bajamos a un precioso valle que creo se llamaba el del río Elefante, o algo así (Olifants river). Es un valle ancho con el río por el medio y largas cadenas montañosas que lo cierran por el norte y por el sur. Parece que en sus fértiles orillas se cultiva el mayor contingente de cítricos de SA e incluso de África toda. Allí acampamos en un sitio que era a la vez camping y balneario y nos enseñaron a montar nuestras tiendas. Ese valle y ese río también son importantes por formar el límite sur del desierto del Namib, que se extiende desde este río hasta otro mucho más al norte: el Kunene que es frontera entre Namibia y Angola. En África es muy frecuente que los grandes ríos limiten-frenen a los desiertos. Otro ejemplo sería el del Senegal y el Níger que limitan al Sáhara por el sur (las anotaciones en cursiva no forman parte del diario original, son añadiduras a posteriori).
Esa misma tarde salimos a la montaña que cerraba por detrás al balneario Ric, Luis, Jesús (el séptimo español) y yo. Vimos, como más destacable, un Tejedor del Cabo, una colonia de babuinos y un trío de ungulados de aspecto similar a nuestros rebecos. Fue un paseo muy agradable, todo lleno de flores preciosas. Al regreso baño en las aguas termales: primero caliente, luego frío ¡Una gozada!
A todo esto seguimos sin ver prácticamente negros. Es como si estuviéramos en otra dimensión diferente a la de ellos. Mi impresión general es como viajar por USA o Australia, el aspecto de todo lo humano es muy parecido y el paisaje de momento también.
Hoy hemos tenido momentos Arizona al principio y después una mezcla de Ávila y Almería: lo primero por las enormes y redondas rocas graníticas, lo segundo por el secarral. Así es el entorno de Springbok. Aquí sí hay negros, pero son como blanquecinos y deben de ser herederos de los bosquimanos.
En el grupo somos todos europeos salvo los dos guías sudafricanos y una australiana despistada. Hay dos holandeses, tres alemanes, ocho irlandeses, un eslovaco, dos ingleses, siete españoles y la australiana, total 24, más dos guías de SA: Debbie y Raymond.
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