Nunca Tantos Tan Bien

Los hechos son tozudos, tiene mucho más peso que las ideas o las palabras.

Si además se trata de hechos mensurables entonces su peso es el de todo el cosmos sobre nosotros.

Cada vez que decimos algo, que lo discutimos, que lo argumentamos, deberíamos apoyarnos en ellos.

Ahora veamos la evolución en los últimos treinta años de algo mensurable, la esperanza de vida:

Como se puede observar es un hecho que ha crecido de manera significativa en casi todas partes y particularmente en las zonas del mundo más pobladas.

Hay otros hechos que por ser obvios y de dominio público sería fatigoso apoyarlos en tabla o enlace:

Como que la población mundial no ha dejado de crecer en ese mismo periodo.

Como que esas esperanzas de vida nunca habían alcanzado tamaño valor en la mayor parte de esas zonas en ningún momento de la historia.

Como que la esperanza de vida es una medición indirecta de la calidad de la misma y de la riqueza de la zona.

Por tanto nunca tantos han vivido tanto.

Por tanto nunca tantos han vivido tan bien.

Todos estos hechos deberían llenarnos de gozo. Lo digo como un contable, es decir, sin ironía.


Añadamos un par de hechos más:

Como que la aplicación del método científico y técnico de tipo 'occidental' ha explosionado en ese mismo lapso de tiempo.

Y que el llamado sistema capitalista se ha extendido por prácticamente todo el mundo, obviamente trasformándolo.

Cualquier estadístico diría que hay una correlación muy positiva entre la evolución temporal de todos los hechos mencionados. Esto, por sí mismo, es otro hecho.

Creo que todos sabemos en que sentido va esa correlación, es decir, qué tiene como consecuencia qué.


Puede parecer que estamos en la buena dirección.....

Pero estamos hablando de unos momentos tan infinitesimales en un historia tan larga.....

¿El sistema será medianamente estable ? o sostenible, como se dice ahora. Seguro que no.

Aunque quizá, precisamente porque la historia de la especie humana es un avatar tan minúsculo en la historia del mundo, dispongamos del tiempo necesario, en nuestros términos, para seguir aumentando nuestro gozo.