24 septiembre, 2007

Mens Sana in Corpore Sano



Un Prejuicio Cognitivo (en inglés Cognitive bias), es una distorsión en el modo en que percibimos la realidad.

Son numerosos y, sin entrar en profundidades, se deben a la forma en que están diseñados por la evolución nuestro cableado cerebral y nuestros órganos de los sentidos.

Aquí van algunos:

* Efecto Bandwagon, efecto de arrastre o efecto del carro ganador: Es la tendencia a hacer (o creer) cosas porque muchas otras personas hacen (o creen) lo mismo.

* Prejuicio o sesgo de punto ciego: Es la tendencia a no compensar los propios prejuicios cognitivos.

* Prejuicio de la elección comprensiva: Es la tendencia a recordar nuestras propias decisiones como mejores de lo que realmente fueron.

* Prejuicio o sesgo de confirmación: Es la tendencia a buscar o interpretar información de un modo que confirme nuestras propias preconcepciones. * Prejuicio de compatibilidad – Es la tendencia a probar hipótesis exclusivamente a través de la prueba directa.

* Efecto contraste: Es el realce o reducción de un peso u otra cualidad o medida, cuando la comparamos contrastando con otros objetos observados recientemente.

* Deformación profesional: Es la tendencia a mirar las cosas de acuerdo con las convenciones o prisma de nuestra propia profesión, olvidando cualquier otro punto de vista más amplio.

* Prejuicio de desconfirmación o sesgo de disconformidad: Es la tendencia de algunas personas a realizar un crítico escrutinio de la información cuando contradice sus principales creencias y aceptar sin criterio aquella información que es congruente con sus principales creencias.

* Efecto de cesión: Es la tendencia de las personas a dar más valor a algo tan pronto como lo poseen.

* Efecto foco: Desviación de la predicción del resultado, ocurre cuando las personas sitúan mucha más importancia en un determinado punto o aspecto de un evento.

* Descuento hiperbólico: Es la tendencia de algunas personas a tener mayores preferencias por beneficios inmediatos en comparación con beneficios retardados.

etc, etc,etc...


No se si deberían ser estudiados en esa nueva asignatura que impulsa el gobierno pero si es claro que entran en el amplio campo de lo denotado por dos frases muy antiguas y famosas:

'Conócete a ti mismo'

'Solo se que no se nada'


Al igual que se hace ejercicio (correr, bici... o lo que sea) para mantener el cuerpo en forma quizá, como parte de una nueva visión del mundo no religiosa, deberíamos dedicar un tiempo semanal a mirar en nosotros mismos y a repasar todas estás fórmulas, como los católicos rezan el rosario o los monjes tibetanos recitan sus mantras. Eso sí, de una manera mucho más consciente. De esta forma tenderíamos a una verdadera 'Mens Sana in Corpore Sano'.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hace aproximadamente un año, ManFerro hablaba, de forma -a mi entender, extraordinariamente concisa y práctica- sobre el particular en El Pecador.