24 septiembre, 2006

Hoy el Pueblo Decide.


Hoy hay referéndum en Suiza.

Se decide si se aprueban o rechazan dos leyes referentes al derecho de asilo y a la inmigración (en la terminología española Leyes de Asilo y Extranjería).

Independientemente del resultado final de esta consulta concreta, lo más relevante es el fondo de la cuestión: los ciudadanos suizos tienen el derecho constitucional de someter a referéndum cualquier ley ordinaria aprobada por su parlamento federal. Para ello son solamente necesarias ¡50.000 firmas! Es una forma de Democracia directa.

Si el resultado es negativo la ley es sencillamente revocada y no llega a entrar en vigor.

En realidad muy pocas de las leyes aprobadas son sometidas a referéndum (un 7%) y pocas veces el resultado es que la ley sea revocada.

Esto es debido a dos cosas: las características del sistema electoral suizo y por tanto a como se configuran las mayorías parlamentarias y el ejecutivo y, sobre todo, a que los que elaboran las leyes saben que eventualmente estás tendrán que pasar por el filtro del referéndum.

Cuando legisla el parlamento suizo lo hace teniendo en cuenta lo que verdaderamente debe importar: los intereses reales de los ciudadanos suizos. No legislan en el limbo sino sobre el duro y sólido suelo, y si se les ve el plumero se lo cortan.

Todo porque en ese aspecto su Constitución es así. Disfrutan de Democracia directa (o semi directa).

Tan elemental, tan sencillo, tan claro, tan eficaz, tan ¿¡avanzado!? tan impensable aquí y en tantos sitios que se dicen democráticos.

Debemos conseguirlo también para nosotros.

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