06 septiembre, 2006

Traidor

Fogonazos es una bitácora recomendable, plagada de historias curiosas.

En su última entrada nos cuenta la historia de William Joyce que, siendo de origen británico (irlandés más exactamente), es la voz (¿y redactor o director también?) de Radio Berlin en su emisión diaria en inglés para las islas. El caso es que permanece emitiendo hasta el mismísimo día de la total caída del Tercer Reich y es capturado poco tiempo después por las fuerzas aliadas. Tras ser juzgado bajo el cargo de alta traición es finalmente ejecutado en enero de 1946.

La historia y su desenlace me suscitan algunas cuestiones:

1/¿Es lícita la pena de muerte en tiempos de guerra? En un contexto en que los muertos pueden contarse por decenas de miles cientos de miles o millones ¿debe seguir vivo quién quizá causó directamente la muerte de decenas cientos o miles? Sé que es una pregunta muy dura planteada desde unos tiempos tan almohadillados como los nuestros, pero los tiempos cambian y hay que saber pensar desde la posibilidad de otras situaciones que, por desgracia, pueden volver a darse aquí y se están dando ahora mismo en muchas partes.

2/¿Fue Willian un traidor? Esta es la más sencilla. Desde luego desde la óptica de nuestro código militar vigente no. en todo caso habría sido un derrotista, según el capítulo VI de dicho código. Desconozco las disposiciones británicas de aquella época al respecto, pero si nos atenemos a los escasos datos que no aporta la crónica que hemos leído no veo acto de traición por parte alguna. Un fanático si, un psicópata o lunático probablemente pero ¡un traidor!

3/¿Puede un ciudadano darse de baja de un país? Nuestro protagonista había conseguido la nacionalidad alemana pero claramente los que le juzgaron consideraron que, pese a eso, seguía siendo británico, de otro modo el caso de traición no habría tenido base. Ya sabemos que es dificilísimo dejar de ser Católico. Dejar de ser de la nacionalidad de uno debe de ser mucho más complicado aún, no digamos en tiempos bélicos. Ahí precisamente está el quid. Yo desde luego me planteo que en ciertas ocasiones de guerra lo mejor sería declarase de baja como ciudadano, incluso solicitar la ciudadanía del enemigo ¿Sorprendente? para nada, piensen en ser alemanes en el conflicto que nos ocupa, no digamos teniendo conciencia de lo que estaba pasando ¿No debería ser más sencillo que lo pudiesemos hacer?

4/Siguiendo con lo de pasarse al enemigo ¿es lo mismo que se pase un inglés que un irlandés, un hindú o un masai?

Sigan preguntándose ustedes mismos.

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