17 febrero, 2008

Micro-Barbaridades muy Extendidas


Primero leamos esto de un gran blog, también asturiano, como introducción al tema.

En una de las cenas de estas pasadas navidades en un conocido restaurante de Gijón, ciudad en donde afortunadamente disfrutamos de un agua de grifo excepcional, se me ocurrió pedir, como en tiempos nada lejanos, que nos trajeran agua del grifo. Algunos de mis compañeros de mesa se quedaron un tanto cortados o ¿avergonzados? ante esta petición mía, como si estuviera pidiendo alguna cosa inconveniente, algo socialmente poco correcto (no solo existe lo políticamente correcto), como si hubiera dicho: 'como aperitivo queremos unas bolitas de mierda de cabra', o algo así.

A los pocos minutos el camarero nos trajo una botella de agua mineral, haciendo oídos sordos a lo que se le había pedido. Yo le reiteré que no era eso lo que queríamos y él retiró la botella y volvió casi inmediatamente diciéndonos que no podía traernos agua del grifo porque ¡no tenían jarras para servirla! Le contesté que de acuerdo, que beberíamos el agua mineral, y que le dijera el jefe que yo particularmente no pensaba volver a entrar en su restaurante en el futuro, palabra que espero cumplir con cierto dolor pues es un sitio que por lo demás me gusta. Cenamos estupendamente sin más incidentes y nos fuimos.

Ya se que esto que cuento parece y es una minucia, o un capricho tonto, y hasta habrá que piense que algo snob además. Pero no es menos cierto que mucho de lo grande, lo bueno y lo malo, está hecho de cosas pequeñas. Y por ello creo que siempre que sepamos que el agua del caño es de suficiente calidad debemos solicitarla, en lugar de esa otra embotellada que además, según parece, en numerosas ocasiones es también del grifo y nos la están cobrando a precio de gasolina (unas 250 veces más que la de traída).

Por la presente os animo a todos a pasaros al bando de los griferos (por supuesto tanto en casa como fuera de ella), con orgullo y sin pudor.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Suscribo todo lo dicho y propuesto.

Podrás ver que hace poco yo mismo lo comentaba en esta foto de Mr. Peebles, uno de mis contactos de flickr...

lauritalafantastica dijo...

Ay...cómo te comprendo...no te lo puedes imaginar, o quizás sí, vete tú a saber. Tanta tontería, tanta tontería... a los psicólogos de los humanos contemporáneos les daba yo un par de sopapos...
Besinos

Lagavulin dijo...

Liki: como dice Mr. Peebles en su contestación a lo que le dices yo también recuerdo como en Grecia te daban agua en todas partes y en Atenas concretamente estaba lleno de esas fuentes modernas que te la daban ¡fría!, una maravilla (aunque esto último quizá sea ecológicamente poco correcto, jeje).

Laurita ¡claro que me lo puedo imaginar! y desde luego todos hacemos continuamente pequeñas tonterías sin pensar en las repercusiones que puedan tener. Pero eso es una cosa y otra seguir haciéndolas una vez que nos paramos a pensar un poco en ello o ya estamos avisados por otros que ya han hecho su pequeño acto de reflexión.

Como esta entrada esta clasificada en la categoría 'iniciativas' simplemente propongo hacer algo de proselitismo de esta cuestión cada vez que venga a cuento.

Besos a los dos y a todos los demás que se asomen por aquí.

lauritalafantastica dijo...

Eso, viva el terrorismo poético!!!

Lukosh dijo...

Juas, juas, juas. ¡Qué temita!

Yo toda mi vida he sido absolutamente partidaria y defensora del agua del grifo y "mi familia política" (por así llamarlos puesto que no existe vínculo legal pero como si existiera... después de taaaantos años), muy italianos ellos, se dedican a pillar agua de botella y se me escandalizan cuando yo la cojo del grifo: dicen que no es buena. Massimo, mi pareja, no, él es de los míos, le gusta el agua de grifo. El agua de grifo de allí no es de las mejores, porque es una isla, pero metida un poco en la nevera, está estupenda. A parte, allí tienen un montón de fuentes de aguas termales con un agua realmente exquisita... pero les gusta más ir al súper a por ella y comprarla, a poder ser, con gas.

Creo que lo de la botella de agua mineral se ha convertido en un símbolo de estatus social. Si tomas agua del grifo eres un paria.

La verdad es que yo normalmente en restaurante tomo sólo vino, pero cuando he tenido sed he pedido siempre jarra de agua...

Además aquí, en Madrid, el agua del grifo es excelente (especialmente en invierno).

Comparto totalmente tu perspectiva, Lagavulin, y la de tus comentaristas.

Lagavulin dijo...

Efectivamente, Lu ¡has dado en el clavo!

En una gran parte de las ocasiones lo de beber agua embotellada solo forma parte de una representación. La gente lo hace por motivos parecidos a los que subyacen en tener un enorme 4*4 de esos o una casa en Menorca que utilizan diez días al año, o tantas otras cosas similares.

Tristemente muchas personas pagan dinero para figurar, o para hacer ver que lo tienen que viene a ser lo mismo.

Somos así, que le vamos a hacer, animales con inclinación por la jerarquía y como consecuencia lo del 'status' tiene mucha importancia, es instintivo en realidad.

Todo esto dicho con la salvedad de que en muchos lugares el agua de grifo es verdaderamente desagradable al gusto y por tanto se hace preciso buscar una alternativa.

lauritalafantastica dijo...

lo verdaderamente terrible, es que a veces tienes sed, y no tienes dinero, y en los bares no te dan un vaso de agua porque tienen mucho trabajo u otras razones, y no hay fuentes. Y sigues teniendo sed.

Anónimo dijo...

Siendo un poco cinico diria que le agua de grifo es al agua embotellada lo que la comida en tu casa es a la comida mercenaria de restaurante....quizas el terrorismo deberia pedir un retorno a la cocina casera.
Contrazoz

Lagavulin dijo...

Pues la cosa está clara Laurita: últimamente tienden a no darte agua en ninguna parte precisamente por eso, por la existencia del agua embotellada. Antes el agua, como el aire, carecía de valor económico, ahora como ya lo tiene no se da así como así.

En cuanto al la comparación con la comida no me parece que sea lo mismo por dos razones a vote pronto: la primera, de índole económica, sería que la relación de precios, en sitios habituales, es muchísimo más disparatada en el caso del agua (ya dije, unas 250 veces más; y la segunda que es muy fácil tener acceso en el caso de la comida a platos que quizá te apetece comer y que tu no te harías en tu propia casa, a mi el agua de grifo de Gijón me parece igual o mejor que la mayoría de las minerales que he tomado.

Alucino con lo que está dando de sí esto del agua. ¡No se si esta será ya mi entrada con más comentarios! ¡quién lo iba a decir!

De todas maneras siento deciros a todos los que habéis participado hasta ahora en este mini-debate que convenceros a vosotros de esto, conociéndoos un poco, está chupado, vamos que no tiene mérito alguno, jajajajaja

Un beso para todos.