25 enero, 2007

Como Borregos


Borrego (tercera acepción del DRAE): 'Hombre que se somete gregaria o dócilmente a la voluntad ajena'.

Comencemos con lo que ya está pasando:

"Aseguran que Tony Blair y José Luis Rodríguez Zapatero no salen de casa sin haberse leído la última encuesta de su gabinete. Consta además que entre las mil preguntas que se plantean, ahora se averigua cuáles son las palabras que más gusta oír a la gente... Por ejemplo, se pregunta qué suena mejor: ¿Diálogo?¿Firmeza? ¿Unidad? ¿Paz? ¿Derrota? ¿Pacto Antiterrorista? Y les piden que las valoren, las puntúen y las ordenen de más simpática a más antipática. Y si, pongamos por caso, la palabra diálogo resulta especialmente agradable, el señor Blair o el señor Zapatero, venga o no venga a cuento, pronuncian esa palabra pregunten lo que les pregunten los periodistas, como si se tratara de un abracadabra,con efectos mágicos en los índices de intención de voto." (Inicio de un artículo por lo demás de poco interés de Jordi Barbeta en La Vanguardia).

¿Será por eso que tantas veces los discursos de nuestro presidente suenan a bonita música?, aunque sea sin letra.

Ya sabíamos que los políticos han de vender su producto en el mercado electoral. También empezamos a intuir que no hay mal producto que una buena campaña publicitaria no pueda vender.

Las técnica de la publicidad ha tenido hasta el momento sus cimientos teóricos en los campos de la sociología y especialmente en el de la psicología. Ciencias de las llamadas blandas, tan blandas que hay quién las tacha de pseudo-ciencia. Pese a ello algo debe haber pues es innegable que las buenas campañas saben llegar de alguna manera al 'corazoncito' del consumidor.

Pero las bases científicas de la técnica publicitaria, como tantas otras cosas, parece que van a cambiar en breve. O al menos van ampliar su acerbo con otras disciplinas que, aún estando todavía 'en pañales', parece que tienen un modelo teórico y experimental más claro y con más fundamento.

Se comienza a oír que ya podemos ver los pensamientos en tiempo real, que los podemos ver divagando, que estamos localizando la zona del altruismo o la que tienen atrofiada los psicópatas. Y más y más aportaciones que esta comenzando a producir de una manera casi explosiva la neurobiología desde que comenzó a utilizar como instrumentos de investigación a toda la familia de los 'scanners' avanzados (resonancia magnética funcional, tomografía de emisión de positrones....). Una verdadera revolución en marcha.

En este contexto asistiremos en los próximos años a muchas aplicaciones de orden médico pues parece que este embarazo de la neurobiología fecundada por la neuro-imagen es multíparo.

Y dentro de esa camada ya se habla de un hijo que viene muy a cuento con nuestro asunto: el neuro-marketing. Ahora sí que los publicistas van a poder averiguar de una manera fehaciente aquellas imágenes, palabras o frases que apelan más directamente a nuestra entraña más profunda, a nuestro cerebro reptiliano.

¡A saber que puede llegar a dar todo esto de sí!

¿Como reaccionará el consumidor?

Y sobre todo y con esta dieta: ¡qué será del pobre cuerpo electoral!

No hay comentarios: