La Democracia y la Izquierda
Vista en toda su sencillez y pureza la Democracia en Occidente es un mercado más. Parece que verdaderamente esta es nuestra forma más avanzada de organizarnos: los mercados, y en muchos asuntos no resultan un mal sistema.
Por tanto tenemos una panoplia de productos que serían los partidos y sus programas (y su organización y su historia y sus lideres y sus actuaciones previas y su imagen mediática......) y una masa de compradores potenciales: los votantes. El acto mercantil en si mismo se produce en forma de una gran feria cada determinado tiempo y bajo determinadas reglas, muy similares en todas las democracias y por todos conocidas. Finalmente un partido/os-producto/os obtiene el monopolio del poder en ese estado durante un tiempo.
La mayor ventaja consiste en que es difícil que uno de tales productos se perpetúe durante mucho tiempo y en que los productos deben evolucionar, aunque sea lentamente, para poder seguir en la competencia, esto hace que sean al menos levemente adaptativos y funcionales. Otra ventaja, no menos importante, viene de que el electorado (la otra parte) tiene la sensación o ilusión de libre albedrío o elección. En ambos aspectos el sistema supone una mejora significativa respecto a otros previos.
También es procedente recordar que siendo muy importante todo lo anterior este es un mercado más entre otros muchos grandes mercados (otros estructuras para-infra-supranacionales, la economía, la ciencia...) que interactúan entre si y se interrelacionan con otros muchos juegos que se rigen por normas muy diferentes de las mercantiles (la etnia, la religión, la historia local y general.... ), muchas de ellas todavía por desvelar..
Aunque parezca tontería no es nada superfluo -todo lo contrario, es fundamental- decir finalmente que en todo ello la llamada "condición humana" juega un papel decisivo. Al fin y al cabo se trata de un asunto entre humanos.
En el mercado que nos ocupa, bajo el conjunto de las condiciones antedichas, un verdadero partido-programa de izquierdas no vendería ni un chicle, jamás alcanzaría el poder. Ahí está la raíz de la tan comentada crisis de identidad de las izquierdas.
Esa es la paradoja (ya le buscaré un nombre, se admiten ideas): Si se quiere el poder no se puede preconizar un programa de izquierdas, por tanto si se preconiza jamás podrá ser aplicado.
Obviamente no se puede superar este problema recurriendo a sistemas o métodos ya arrumbados por la historia por ineficaces además de dolorosos. Hace falta algo nuevo que cambie lo necesario y conserve lo mejor de lo que ya tenemos
¿Como hacerlo? ¿Es en realidad posible?
No lo sé pero pero si sé que debemos meditar mucho sobre ello.
Nota: En esta entrada no hay links pues el texto es conceptual, no informativo (mi deseo sería seguir profundizando en todo esto por mi mismo en entradas ulteriores). El único existente es un homenaje a uno de mis maestros (en el sentido más general de la palabra).
2 comentarios:
Esto se pone interesante.
No lo dudaba. Eres un inquieto con buena maquinaria gris para la digresión.
Tengo que leérmelo esto con calma, y darte una primera opinión: aplicaré algunas recetas ( http://www.criticalreading.com/critical_reading_thinking.htm) recién aprendidas (o revisadas) sobre lectura-pensamiento críticos, para tratar de ser más incisivo.
El tema lo exige.
Por otro lado, haré llegar a ManFerro (http://www.richi.es/?s=manferro) tu dedicatoria, así como el resto del comentario. Estoy deseando que, por fin, se convenza de que tiene que ser él el que empiece a gestionar sus propios posts: parece que las probabilidades de que se compre un ordenador portátil e instale una red WiFi son crecientes...
Seguiremos posteando
El inicio es espléndido. Bella metáfora.
Nadie sabe "cómo hacerlo>".
Históricamente el más de lo mismo (Revoluciones Burguesas, Hobsbawm) no resuelve la dualidad rey/vasallo.
Quizás la respuesta estaría en la Condición Humana (http://www.richi.es/?p=9): ¿aplicará siempre, porque "es así", la matemática que construye el 1-2-3-4..., o habrá algún día el caos, la deslocalización numérica?
Respondo con otra metáfora menos impresionante: ¿se romperá algún día la disposición piramidal de la arquitectura burguesa, que aún perdura?
Supongo que para que se produzca esa debacle social hay que conocer el vasallaje y como discurre, solapado.
¡Que el rey está desnudo!
Alguien, siempre lo ha sabido y lo ha dicho. Ha sido alguien, nunca muchos.
Si muchos "aprenden", la Condición Humana cambiará?
¿Y si todo fuera en un arrebatado cúmulo de pásalo?
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