Cabe un Hombre en un Enano
Por la gracia de su mano*
y por lustral don de amor,
cabe un hombre en un enano,
cabe el mundo en una flor.
*(de la Virgen de las nieves).
Esta es la última estrofa que los juglares pronunciaban este año en las fiestas lustrales de Santa Cruz de la Palma antes de, por la gracia de su mano, transformarse milagrosamente en franchutes enanos.
Y ese es el momento más mágico que se produce todos los años acabados en 0 o en 5 en La Danza de los Enanos, sin duda el acontecimiento principal del programa festivo, rivalizando incluso con la romería de la Bajada de la Virgen de la Nieves que da significado y nombre a esas fiestas.
La danza data del siglo XIX pero se configura en su formato actual desde el año 1905 dividiéndose desde entonces en dos partes. En la primera parte del número los danzantes han salido disfrazados de todo tipo de personajes (romanos, japoneses, astrólogos, atenienses, monjes....) y desfilan por el escenario cantando temas relacionados con la virgen. Acaba esta parte cuando todos se introducen en la caseta e inmediatamente salen 'milagrosamente' convertidos en enanos que danzan hasta el final del número a los compases de una pegadiza polca compuesta especialmente para la ocasión en 1925. Su danza es al principio ordenada y después cada uno de los enanos se mueve a su aire acarcándose y encarando al público, particularmente a los niños que asisten extasiados al baile.
Una espectáculo sencillo y en realidad bastante monótono que se prolonga varias decenas de minutos en el tiempo y cuyo valor me parece que viene dado por dos elementos: uno lo primoroso de la caracterización y vestiduras de los enanos y dos, y sobre todo, la fuerza de la tradición.
Pensemos solo en como esos niños que se ven en el video con cuatro y cinco años y que, viendo ahora los enanos por primera vez, los volverán a ver una y otra vez con diez, quince veinte...60....70...85...años..., acudiendo cada cinco años desde toda la isla, e incluso desde todos los lugares del mundo, para ese momento culminante de su fiesta. O pensemos en como los maduros y los ancianos recordarán-pensarán-sentirán cuando, como y en que circunstancias vivieron las anteriores danzas y cuantas les pueden quedar. Creo que todo eso configura una fuerza muy poderosa que se ve en las caras de los actuantes y del público en general y se siente latir esos días por la isla.
Las cifras cantan: este año ha habido una doce representaciones lo que, con un aforo de 3.500, hace que hayan visto el espectáculo unas 40.000 personas en el recinto ferial. Y además muchísimas más de madrugada, cuando los enanos salen a danzar toda la noche a lo largo de la llamada calle Real. No está mal, para una isla de 80.000 habitantes.
En el video que viene a continuación se muestra la parte central del espectáculo, con los últimos cantos de los juglares (protagonistas este año de la primera parte), su trasformación en enanos y los primeros minutos de su danza. Los que tengan poca paciencia pueden ir directamente al minuto 6.00 para contemplar el momento de la trasformación.
Yo mismo, que no soy palmero, siento un cosquilleo interior con irritación ocular al verlos y al oír esa música.
3 comentarios:
Amigo Arturo, como palmero me ha gustado mucho, y te agradezco, la entrada en tu blog sobre la Danza de los Enanos y el sentimiento que ronda a su alrededor. Gracias.
Por cierto, y dandote la razón en lo que ya sospechabas, mi blog se ha detenido en seco. Simplemente se me olvida...¡que duro el oficio de escritor!
Muchas gracias, Javier, me alegro de que te haya gustado.
Lo puse porque es un espectáculo muy peculiar y muy entrañable pero poco conocido fuera de las islas. Así cuando le hable a mis amigos de por aquí del tema solo tengo que decirles que lean la entrada y así, tan sencillamente, ven lo que es y lo que opino sobre él.
En cuanto a lo del blog es como cualquier deporte: empezar y coger carrerilla. Después, una vez que uno ha arrancado, pasa por sus temporadas, también como en el deporte.
Un fuerte abrazo para toda la familia.
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