Una Mente en Sintonía con el Cosmos
"Apreciado señor:
Me permito presentarme a usted como un oficinista del departamento de cuentas del Port Trust Office de Madrás con un salario de 20 libras anuales solamente. Tengo cerca de 23 años de edad. No he recibido educación universitaria, pero he seguido los cursos de la escuela ordinaria. Una vez dejada la escuela he empleado el tiempo libre de que disponía para trabajar en matemáticas. No he pasado por el proceso regular convencional que se sigue en un curso universitario, pero estoy siguiendo una trayectoria propia. He hecho un estudio detallado de las series divergentes en general y los resultados a que he llegado son calificados como "sorprendentes" por los matemáticos locales...
Yo querría pedirle que repasara los trabajos aquí incluidos. Si usted se convence de que hay alguna cosa de valor me gustaría publicar mis teoremas, ya que soy pobre. No he presentado los cálculos reales ni las expresiones que he adoptado, pero he indicado el proceso que sigo. Debido a mi poca experiencia tendría en gran estima cualquier consejo que usted me hiciera. Pido que me excuse por las molestias que ocasiono.
Quedo, apreciado señor, a su entera disposición.
S. Ramanujan"
Texto de una carta llena de fórmulas que le llegó un día de 1913, desde la India, a G. H. Hardy, uno de los mejores matemáticos de Inglaterra en aquel tiempo.
Él primero, después muchos otros, se pasarían la vida demostrando la validez de los cientos de fórmulas salidas, "como en sueños", de la mente de aquel genial indio sin apenas instrucción en matemáticas.
He aquí su anécdota más famosa contada por Hardy:
Recuerdo una vez que fui a verle cuando yacía enfermo en Putney. Yo había viajado en el taxi número 1729 y observé que el número me parecía más bien insípido y esperaba que no le fuera de mal agüero. "No", contestó, "es un número muy interesante. Es el número más pequeño expresable como suma de dos cubos de dos maneras diferentes"
Le pregunté, naturalmente, si conocía la respuesta al problema correspondiente para la cuarta potencia y él replicó, después de un momento de reflexión, que el ejemplo no era obvio y que el primero de tales números debía ser muy grande"
1729 resultó tener varias características muy especiales.
Para conocer más de su vida y hazañas podéis leer algo cortito o algo más extenso.
¿Como es tamaña cosa posible? Sólo me lo puedo explicar por el mecanismo que da título a este post, creo que sintonía es la palabra adecuada aquí, ¿acaso cabe otra explicación?
2 comentarios:
Buenísimo!! tanto el post como los enlaces...muchas gracias!!
Gracias, Psiko, por la visita y por tu amable comentario.
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