02 enero, 2008

Camino de Jujuy


06/11/2007

Llegamos a B. Aires sin novedad a las seis de la mañana y con ¡4º de temperatura! lo que me sorprendió bastante. Lo recordaba de la otra vez, también en Noviembre, de chanclas y en camiseta. Nos trasladaron de aeropuerto en un microbús. Un B.A. muy tranquilo por ser domingo, con poco tráfico y una especie de mini-maratón popular por la costanera del Río de la Plata, gente de todo tipo corriendo.

Mediodía en Aeroparque

Pasamos una horas en el Aeroparque, privilegiado aeropuerto para los vuelos interiores que está en el mismo centro y con unas vistas fantásticas al Skyline porteño.

A mediodía volamos hacía Salta en donde comenzaría nuestro viaje realmente. Nos alojamos en un hotel muy cómodo y bien puesto y, ya por la tarde, Graciela, nuestra guía, salteña ella, un encanto y muy profesional, ya lo puedo decir, nos acompañó a un paseo por la capital.

De Salta se dice que es la ciudad que más arquitectura colonial conserva de toda Argentina pero debo decir que, con eso y todo, es muy poca, apenas nada. Nadie viaja a Argentina, ni siquiera a Salta, para ver arquitectura colonial.

La típica plaza de armas es bonita, como siempre. Flanqueada por edificios de todos los estilos y edades y, en uno de los lados, la Iglesia Catedral, toda en tonos rosados y completamente llena de de bonitos relieves en yeso. Según parece esta estructura actual de la fachada fue concebida por arquitectos italianos a mediados del siglo XIX.

En la misma plaza se encuentra un original 'Museo de Arqueología de Alta Montaña' donde se explica como los Incas tenían la buena costumbre de abandonar a niños y adolescentes, con un acompañamiento de figurillas de trapo de carácter simbólico y algunas cosas más, en las más destacadas cumbres andinas. En ese museo en concreto se narra y se guarda todo lo relacionado un 'enterramiento' localizado en el volcán Llullaillaco, a 6700 metros de altura ¡casi tan alto como el Aconcagua! Encontraron allí las momias de un adolescente y dos niños perfectamente conservadas. La adolescente estaba expuesta en una especie de cámara frigorífica compuesta de cristal y era verdaderamente impactante, con aspecto de haberse quedado sentada durmiendo la siesta.

Después cenamos , a base de carne , como supongo va a ser la tónica del viaje. Yo tomé una pieza que llaman 'vacío'. Después tras porrón de horas sin probar la cama para allí nos fuimos.

Pepix y el primer Cardón

Al día siguiente, ayer, hicimos una excursión al sur de la provincia. Atravesamos la 'Quebrada de las Conchas', un cañón fluvial no muy estrecho y flanqueado por altas montañas compuestas de rocas sedimentarias de varias edades, hasta sesenta millones de años. Al final el cañón se abre a uno de los llamados Valles Calchaquíes donde se encuentra la localidad de Cafayate, una de las zonas vitícolas salteñas. Allí nos obsequiaron con una degustación de unos vinos bastante buenos y una 'picadita' de quesos y embutidos argentinos no menos ricos.

Ramón el gran Chef

A la noche Graciela nos invitó a a su casa a una parrillada gestionada por los dos chóferes, Ramón y Hugo que son 'misioneros', o sea de la provincia de Misiones. La carne estuvo mucho mejor que la del día anterior.

Hoy nos hemos podido levantar tarde ¡salimos a las once! por lo que estamos relajados y descansados haciendo el trayecto entre Salta y Jujuy para lo que se atraviesa un puertecillo que llega a 1.500 metros (Salta está a 1.000) entre árboles de selva tropical como por lo visto era todo por aquí antes. El valle (llamado valle de Lerma) ha sido trasformado casi completamente en zonas de pasto y cultivos, por lo visto el más extendido es el del tabaco.

En breve pararemos en un lago rodeado de estos pastos y árboles y comeremos. ¡Acá llegamos escuchando el himno salteño que ¡resulta que conozco!

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