03 noviembre, 2010

La Muerte Domesticada



La Muerte Domesticada

"Sabed -dice Gawain- que no viviré ni dos días".

/.../Detengámonos aquí y saquemos algunas conclusiones preliminares.

La primera /.../ se espera la muerte en la cama "yaciendo el enfermo en el lecho".

La segunda es que la muerte constituye una ceremonia pública y organizada. Organizada por el moribundo mismo que la preside y conoce su protocolo. /.../

Ceremonia pública también. La habitación del moribundo se convertía entonces en lugar público. Se entraba en ella libremente. /.../ Era importante que los familiares amigos y vecinos estuvieran presentes. Se llevaba también a los niños: no hay representación de la habitación de un moribundo hasta el siglo XVIII en que no aparezcan niños. /.../

Finalmente, la última conclusión y la más importante: la simplicidad con la que los ritos de la muerte eran aceptados y celebrados, de manera ceremonial, ciertamente, pero sin carácter dramático, sin excesivo impacto emocional. /.../

La vieja actitud según la cual la muerte es a la vez familiar, próxima, atenuada e indiferente, se opone demasiado a la nuestra, en virtud de la cual la muerte da miedo hasta el punto que ya no nos atrevemos a pronunciar su nombre. Por ello llamaré aquí a esta muerte familiar la muerte domesticada. /.../

EnlacePhilippe Ariès "Historia de la muerte en Occidente".

3 comentarios:

Liki Fumei dijo...

Algo de éso hablaba yo estos días aquí...

Lagavulin dijo...

Sí, es una cosa interesante la que planteas allí.

Yo también pienso en ello (mucho más que cuando tenía treinta añitos ¿por qué será? jeje)y creo que sería mejor para mí y para todo mi entorno esa 'muerte domesticada' que hoy en día podría ser como la que se cuenta en esa fántástica película llamada 'Las invasiones bárbaras'.

Liki Fumei dijo...

Una película sublime. De cabecera, se podría decir.