26 marzo, 2007

Sopas de Ajo



Hoy cenamos sopas de ajo.

Las he hecho según una receta que me enseñó mi madre y que paso a contaros y a compartir con todos vosotros.



Ingredientes: (para más de diez personas o para una pareja como nosotros durante varios días pues se conservan muy bien en la nevera):

Pan seco cortado en trozos pequeños (no os imagináis lo impenetrable que es al agua el pan seco). Como para llenar 2/3 de la olla.

Entre media y una cabeza de ajo picada (al gusto de cada cual).

Dos pimientos rojos cortados en tiras cortas, eliminando primero las pepitas y las crestas blancas.

Tres tomates grandes cortados al gusto.

Aceite de oliva.

Pimentón picante.

Uno o dos huevos.

Sal y agua.


Elaboración:

Yo utilizo una olla exprés alta, de varios litros, más de cinco. Si lo podéis hacer en cazuela de barro mejor que mejor.

Se echa el aceite y los ajos picados en la misma olla y se sofríen. El aceite debe cubrir ligeramente los ajos.

Antes de que los ajos se doren se echan los pimientos cortados y se sofríen hasta que su jugo se mezcla con el aceite y se ablandan.

A continuación se echan los tomates y se mezcla todo, se sofríe otro ratito.

Se echa el pan y se mezcla en unos segundos con todo lo anterior.

Se añade agua del grifo caliente o calentada previamente, hasta llenar casi la olla.

Se añaden unas dos cucharadas soperas de sal.

Se deja todo a punto de ebullición, revolviendo de cuando en cuando para que no se pegue, y añadiendo algo de agua caliente para sustituir lo que se evapora.

Yo lo dejo así casi dos horas

Poco antes de terminar se añaden los huevos y se revuelve inmediatamente para que se mezclen con todo (yo los mezclo, no los dejo como en la foto).

En los cinco o diez minutos previos a apagar el fuego se añade una cucharada pequeña de pimentón picante.

¡Voilà!

Se deja reposar un rato y tenéis unas sopas de ajo de rechupete, para invitar a cualquiera.

Además con los días no pierden sino que incluso ganan. Si las dejáis en la nevera para otro día se deshidratan algo, o sea que les añadís un poco de agua cuando las calentéis.

¡A ver quién se anima!

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