23 agosto, 2010

Cariñosamente Dedicado



Este vídeo es de interés para todo el mundo pero lo pongo, con todo el cariño, pensando en aquellos que tienen sangre Vigona. Ellos me entenderán (si me quieren entender).

Es largo pero divertido y con sustancia.



El ponente es Phil Plait, un conocido astrónomo y escéptico, con un blog dedicado a desmontar la mala astronomía.

Los subtítulos que algunos siempre agradecemos se los debemos a Juan José Sáenz.

13 agosto, 2010

Calle Adiós



Calle Adiós


“-Si llegan a visitar mi isla de la Palma no olviden ir a Tijarafe, donde existe una calle
que se llama Adiós...

(...)¿Que secreto alentaba en ella que su recuerdo había perdurado a través de una distancia que se medía por olas, de un tiempo donde cupo casi toda la vida? Lo supimos después. No era sombra de amor ni de misterio, no era aroma de leyenda.

(...)Adiós, sencillamente, era la calle que conducía al camposanto.

Pero voy a decir que lo era de manera exquisita: lo era con poesía, que es una cosa que se da muy poco en materia municipal, y, por mejor decir, poco en cualquier materia. No creo que haya habido concejales padrinos; fue el pueblo, un pueblo diminuto, el que se acostumbró a llamarla así, o ella misma nació ya con su nombre, que le era íntimo, consustancial, exacto. De ahí la gracia, la finura que no pudo olvidar quien la mirara en otros día con sus ojos de niño.

La calle va en declive, cortada sobre un risco; el pueblo queda arriba, recogido el puñado
de sus casas al filo del barranco. Pero hacia abajo, y ya en el mismo talud que desciende
verticalmente, en un repliegue de la roca han puesto el cementerio, como quien pone un ramo de azahares al pecho de la montaña.

Bien se comprende que es difícl llegar aquel sitio, aún para los hijos de esa fragosa tierra, avezados a franquear desfiladeros; fue así que se hizo uso con el tiempo el detenerse en cierta escotadura donde la calle se quebraba por un corte de tajos descendentes.

Era el umbral de las despedidas: allí quedaban los acompañantes todavía por unos minutos, viendo bajar ya a picos de las breñas un reducido resto del cortejo. Alli en silencio conmovido, daban el último saludo el amigo al amigo que se iba, el hermano al hermano... Luego se volvían callados calle arriba, y la calle, impregnada de suspiros, hecha de adioses sin salida, no podía tener ya más que un nombre:

y se llamaba Adiós

Dulce María Loynaz “Un verano en Tenerife”

Aguilar, Madrid, 1958.



12 agosto, 2010

El Final de un Despropósito




(Click en la imagen para ampliar).

Publicado en laopinioncoruña.es.

07 agosto, 2010

Cabe un Hombre en un Enano




Por la gracia de su mano*

y por lustral don de amor,
cabe un hombre en un enano,
cabe el mundo en una flor.

*(de la Virgen de las nieves).

Esta es la última estrofa que los juglares pronunciaban este año en las fiestas lustrales de Santa Cruz de la Palma antes de, por la gracia de su mano, transformarse milagrosamente en franchutes enanos.

Y ese es el momento más mágico que se produce todos los años acabados en 0 o en 5 en La Danza de los Enanos, sin duda el acontecimiento principal del programa festivo, rivalizando incluso con la romería de la Bajada de la Virgen de la Nieves que da significado y nombre a esas fiestas.

La danza data del siglo XIX pero se configura en su formato actual desde el año 1905 dividiéndose desde entonces en dos partes. En la primera parte del número los danzantes han salido disfrazados de todo tipo de personajes (romanos, japoneses, astrólogos, atenienses, monjes....) y desfilan por el escenario cantando temas relacionados con la virgen. Acaba esta parte cuando todos se introducen en la caseta e inmediatamente salen 'milagrosamente' convertidos en enanos que danzan hasta el final del número a los compases de una pegadiza polca compuesta especialmente para la ocasión en 1925. Su danza es al principio ordenada y después cada uno de los enanos se mueve a su aire acarcándose y encarando al público, particularmente a los niños que asisten extasiados al baile.

Una espectáculo sencillo y en realidad bastante monótono que se prolonga varias decenas de minutos en el tiempo y cuyo valor me parece que viene dado por dos elementos: uno lo primoroso de la caracterización y vestiduras de los enanos y dos, y sobre todo, la fuerza de la tradición.

Pensemos solo en como esos niños que se ven en el video con cuatro y cinco años y que, viendo ahora los enanos por primera vez, los volverán a ver una y otra vez con diez, quince veinte...60....70...85...años..., acudiendo cada cinco años desde toda la isla, e incluso desde todos los lugares del mundo, para ese momento culminante de su fiesta. O pensemos en como los maduros y los ancianos recordarán-pensarán-sentirán cuando, como y en que circunstancias vivieron las anteriores danzas y cuantas les pueden quedar. Creo que todo eso configura una fuerza muy poderosa que se ve en las caras de los actuantes y del público en general y se siente latir esos días por la isla.

Las cifras cantan: este año ha habido una doce representaciones lo que, con un aforo de 3.500, hace que hayan visto el espectáculo unas 40.000 personas en el recinto ferial. Y además muchísimas más de madrugada, cuando los enanos salen a danzar toda la noche a lo largo de la llamada calle Real. No está mal, para una isla de 80.000 habitantes.

En el video que viene a continuación se muestra la parte central del espectáculo, con los últimos cantos de los juglares (protagonistas este año de la primera parte), su trasformación en enanos y los primeros minutos de su danza. Los que tengan poca paciencia pueden ir directamente al minuto 6.00 para contemplar el momento de la trasformación.

Yo mismo, que no soy palmero, siento un cosquilleo interior con irritación ocular al verlos y al oír esa música.